¿CÓMO ENSEÑAR A LOS NIÑOS A EVANGELIZAR? En la lección anterior comencé a explicar las cuatro formas con las que se puede ayudar a Jesús. La primera era ay...
Mientras que Jesús con su presencia en la Eucaristía, tal como vimos en la lección anterior, nos da fuerzas, en la jerarquía de la Iglesia nos da la luz y la verdad, es Jesús Maestro.
Jesús dijo refiriéndose a los apóstoles:
"Quien a vosotros os escucha a mí me escucha"
Jesús quiso quedarse en la jerarquía de la Iglesia, por lo tanto hay allí también una presencia suya.
En la jerarquía de la Iglesia Cristo se queda con un objetivo completamente distinto del que buscaba al quedarse en la Eucaristía: si en ésta el Señor se convertía en nuestro alimento para poder darnos fortaleza y consuelo, en la jerarquía el Señor se convierte en nuestro maestro.
Jesús nos enseña cuál es la verdad y nos impide confundirnos y dejarnos engañar por el mundo, y esto lo hace a través de sus representantes.
Al mostrarnos el camino de la verdad nos impide recorrer malos caminos de forma ignorante, nos está evitando hacer el mal a los demás y a nosotros mismos, sin ser conscientes de ello.
Por lo tanto estas enseñanzas son un gran acto de amor de Jesús
Por ejemplo, el hecho de que alguien nos enseñe que beber un vaso de agua no es lo mismo que un vaso de lavadina pura, es un acto de amor ya que es claro que quiere nuestro bien.
¿Qué ocurriría si, porque nadie nos lo ha enseñado, bebiéramos el vaso de lavandina pensando que es agua?
No seríamos culpables de las consecuencias porque no sabíamos que era malo para nosotros, pero el daño ya está hecho, nuestro estómago ya ha sufrido un daño irreparable.
Mientras que en la Eucaristía teníamos que pagar el precio de la "comunión" para recibirla, que era estar en gracia y aceptar los dogmas de la Iglesia, en la Jerarquía el precio que debemos pagar es el de la obediencia.
Debemos obedecer las enseñanzas de la Iglesia aunque no las entendamos o aunque no nos gusten del todo.
Y esto es un mérito ya que obedecer lo que comprendemos o lo que nos es sencillo es algo muy fácil.
El mérito en la obediencia está presente cuando obedecemos sin entender del todo, simplemente porque creemos y nos fiamos de que Cristo está presente en aquellos que nos enseñan en su nombre.
A veces, lamentablemente, algunos obispos o sacerdotes no dan las enseñanzas correctas, por eso, es al Papa, el Vicario de Cristo y máximo exponente de la jerarquía, a quien, en última instancia, debemos obedecer.
Hacer un exámen de conciencia sobre nuestras creencias y nuestros sentimientos hacia las enseñanzas de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Preguntarse, por ejemplo:
¿En qué me cuesta obedecer a la Iglesia?
¿Cuáles son los puntos de la doctrina que no entiendo?
¿Por qué no puedo hacer ciertas cosas que quiero pero la Iglesia me dice que está mal?
¿Por qué debo cumplir con mis deberes y obedecer a mis mayores?
¿Por qué debo perdonar al que me ha hecho daño?
Comparar lo que siento y opino con lo que me enseña la Iglesia, analizarlo, y aunque no lo entienda o no me guste, cómo sé que es para mi bien, aceptarlo, porque es Jesús mismo el que nos ha enseñado eso.
Hoy es :
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Todas las lecciones de "Catequesis para niños católicos" están fielmente basadas en autores reconocidos por la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Los anuncios son puestos en forma aleatoria y automática. Si bien uso filtros para evitar todos los que son inapropiados o contrarios a la fe católica, varios pueden evadirlos
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Creado por Cintia el 16 de Marzo 2018
Rediseñado 31/10/22