¿CÓMO ENSEÑAR A LOS NIÑOS A EVANGELIZAR? En la lección anterior comencé a explicar las cuatro formas con las que se puede ayudar a Jesús. La primera era ay...
ORACIÓN del PÉSAME
Después del exámen de conciencia te dispones a confesar tus pecados con humildad y arrepentimiento.
Te acercas al confesionario y te pones de rodillas o te sientas junto al confesor, según lo que se use en la Iglesia que vayas (no es obligatorio estar arrodillado, aunque sería lo ideal). Si te pones de rodillas recuerda que esa posición de humildad es para Jesús, y no para el sacerdote que está allí.
Te santiguas y dices:
"Bendíceme, Padre, porque he pecado".
Luego debes decir: Padre, hace XX tiempo (una semana, un mes, bastante, etcétera) que no me he confesado, cumplí (o no) la penitencia de mi última confesión, y me acuso de XX (aquí dirás los pecados que hayas recordado haciendo tu exámen de conciencia).
Acúsate con toda sencillez de tus pecados y manifiéstalos con entera confianza al confesor.
No tengas vergüenza: el confesor es padre cariñoso, es hombre como tú, pero ocupa el lugar de Jesucristo para perdonarte, y guardará con secreto inviolable las faltas que le manifiestes.
Si por vergüenza callas algún pecado mortal, aumentarás la inquietud de tu conciencia y añadirás pecados a pecados.
Si no tienes valor para manifestar algún pecado, di al confesor:
"Padre, tengo un pecado que no me atrevo a confesar"
Termina la confesión diciendo la oración del Pésame o lo que te ayude a decir el confesor.
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.
Antes querría haber muerto que haberte ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Si no sabes de memoria alguna oración, dícelo al sacerdote para que te ayude o te guíe Algunos confesores no piden que digamos una oración y la confesión es igual de válida, pues lo importante es el arrepentimiento sincero y la penitencia, no la oración que no deja de ser una fórmula preestablecida.
Escucha con humildad lo que te diga el confesor, recibe con docilidad los consejos que te de, y cuando llegue el instante de recibir la Santa absolución agacha la cabeza, y si puedes, cierra los ojos para concentrarte plenamente en las palabras del sacerdote, ya que son un bálsamo para nuestra alma.
¡Es Jesús que nos está perdonando!
Luego retírate, y cumple la penitencia que el confesor te ha impuesto lo más rápido posible
Si es una oración es ideal hacerlo en ese momento en la misma Iglesia.
Y si estás en el horario de Misa, no pierdas la oportunidad de comulgar. Ya estás en gracia de Dios, así que ya puedes hacerlo. La penitencia la puedes cumplir más tarde.
¡Te sentirás como nuevo!
Y no te olvides de dar gracias a Dios por el favor recibido.
Hoy es :
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Todas las lecciones de "Catequesis para niños católicos" están fielmente basadas en autores reconocidos por la Iglesia Católica Apostólica Romana.
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Creado por Cintia el 16 de Marzo 2018
Rediseñado 31/10/22