LA VISITA DE LOS REYES MAGOS AL NIÑO JESÚS Al tiempo de nacer el Salvador, una estrella extraordinaria se apareció en Oriente. Unos príncipes, conocidos co...
La entrada de Jesús en Jerusalén fue triunfal, algo espléndido de ver.
Los discípulos trajeron un asno y un pollino, y sobre éstos pusieron sus vestidos para que pudiera sentarse Jesús cómodamente.
Mucha gente extendía sus vestidos por el camino, y otros, cortando ramas de los árboles, las ponían por donde había de pasar.
El pueblo, tanto el que iba delante como el que venía detrás, clamaba a Jesús diciendo:
"¡Hosana al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!"
Entonces toda la gente que había venido a la fiesta de Pascua oyendo que Jesús venía a Jerusalén, tomó ramos de palmeras y le salieron al encuentro. Y ellos también clamaban:
"¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, rey de Israel!"
Como es habitual, entre toda la gente que estaba feliz de tener a Jesús entre ellos, había muchos niños. Éstos sobresalían, los cuales, amados de Jesús, le amaban también con singular afecto, y entusiastas y bulliciosos, se abrían paso entre la multitud para llegar a Jesús.
Y los niños, por supuesto, también clamaban por Jesús, los cuales no cesaban, con sus voces angelicales, de cantarle hosannas.
Este pasmoso triunfo de Jesús, si bien fue algo inolvidable y hermoso para gran parte del pueblo, no lo fue, obviamente, para sus enemigos. Y ante tanta alegría, cantos, y bullicio, iban enfureciéndose cada vez más y planeaban cómo poder hacer desaparecer a este hombre que era cada vez más amado y admirado por los habitantes de Jerusalén.
La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén es un símbolo del reconocimiento de su mesianismo y del amor que el pueblo tenía hacia Él. Las alabanzas y los ramos simbolizan la esperanza y la alegría que traía consigo, y su llegada montado en un asno es un acto de humildad y paz, en contraposición a la imagen de un rey guerrero.
La alegría del pueblo contrasta dramáticamente con la furia de los enemigos de Jesús. Este evento anticipa los futuros conflictos que culminarán en su crucifixión. Su popularidad y aceptación ante el pueblo generaban temor entre aquellos que querían mantener el control y el poder.
Tu propósito semanal es reflexionar sobre cómo puedes expresar tu fe en tu vida diaria.
Considera maneras en las que puedas compartir tu alegría y amor por Jesús con quienes te rodean. Piensa en realizar un acto de bondad que refleje la humildad y la generosidad que él mostró.
Jesús instituye el Sacramento de la Eucaristía
FIABILIDAD DEL CONTENIDO
Todas las lecciones de "Catequesis para niños católicos" están fielmente basadas en el Catecismo de la Iglesia Católica y en libros de autores reconocidos por la Iglesia Católica Apostólica Romana. Si bien yo lo redacto, nada es idea u opinión mía
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