LA VISITA DE LOS REYES MAGOS AL NIÑO JESÚS Al tiempo de nacer el Salvador, una estrella extraordinaria se apareció en Oriente. Unos príncipes, conocidos co...
Los sacramentos son fuente de gracia que Jesucristo ha instituido para santificar nuestras almas.
La gracia que los sacramentos nos comunican, se compara a un caudaloso río cuyas aguas mandan por siete conductos.
Estas fuentes de aguas vivas brotan del mismo corazón de Dios.
La gracia es un don interno y sobrenatural en orden a la vida eterna.
La gracia no la podemos merecer por nosotros mismos, por eso solamente se nos da por los méritos de Jesucristo. Y esa gracia se obtiene a través de los sacramentos.
Un alma que está en gracia de Dios lleva al Espíritu Santo en su corazón. Jesús solo puede vivir en un corazón limpio, en gracia de Dios.
Hay dos tipos de gracia principales: la gracia santificante y la gracia actual.
La gracia santificante es un don sobrenatural que nos hace justos y merecedores del Cielo. Esta gracia, que nos transforma a través del bautismo en hijos de Dios y herederos del cielo, la tienen las personas bautizadas que viven sin pecado mortal.
Si cometemos pecado, lamentablemente esta gracia la perdemos; pero, si nos arrepentimos sinceramente en la confesión sacramental, recuperamos la gracia santificante.
La gracia actual es un don sobrenatural que nos mueve a apartarnos del mal y a hacer el bien. Es una ayuda que nos brinda Dios para que podamos ser capaces de hacer buenas obras y estar siempre inclinados hacia el bien, a través de una idea, una fuerza de voluntad, una inspiración, etcétera.
Los sacramentos que nos ha dejado Cristo para poder obtener la gracia son siete (haciendo clic en el link, podés leer la explicación de cada uno de los sacramentos. Con respecto a la confesión, también encontrarás un ejemplo de cómo se debe hacer):
Reconciliación (confesión, penitencia)
Unción de los enfermos (extremaunción)
Estos siete sacramentos los instituyó Jesucristo para la santificación de nuestras almas.
Los primeros cinco sacramentos son un regalo de Dios para que podamos morir limpios, es decir, sin pecado original, ni venial, ni mortal, pues solo así, con nuestra alma limpia podremos disfrutar en el Cielo de la compañía eterna de Dios, Jesús, la Virgen María y todos los santos, es decir, de la Iglesia triunfante.
Además de ayudarnos a alcanzar la santidad y la vida eterna en el Cielo, los sacramentos también desempeñan un papel fundamental en nuestra vida diaria al fortalecernos en la fe. Cada uno de ellos nos brinda una gracia especial que nos ayuda a enfrentar los desafíos de la vida con valentía y amor.
Por ejemplo, el sacramento de la Eucaristía nos alimenta espiritualmente, permitiéndonos estar más cerca de Jesús y experimentar Su amor incondicional. Asimismo, la Confesión nos otorga la oportunidad de liberarnos de nuestras cargas y comenzar de nuevo, recordándonos la importancia del perdón y la reconciliación.
Finalmente, los sacramentos también fomentan nuestra comunidad de fe. A través de ellos, no solo recibimos la gracia de Dios, sino que también nos unimos más a la Iglesia y a nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Cada vez que celebramos un sacramento, estamos participando en la vida de la Iglesia y fortaleciendo los vínculos que nos unen como familia de Dios. Así, los sacramentos no solo son un regalo individual, sino también un tesoro colectivo que nos guía y apoya en nuestro camino hacia la santidad y la alegría eterna en la presencia de Dios.
Reflexiona sobre cómo puedes recibir la gracia santificante en tu vida y cómo la gracia actual te impulsa a llevar a cabo buenas obras en tu comunidad. Considera también la importancia de los sacramentos en tu camino espiritual.
FIABILIDAD DEL CONTENIDO
Todas las lecciones de "Catequesis para niños católicos" están fielmente basadas en el Catecismo de la Iglesia Católica y en libros de autores reconocidos por la Iglesia Católica Apostólica Romana. Si bien yo lo redacto, nada es idea u opinión mía
Los anuncios son puestos en forma aleatoria y automática. Si bien uso filtros para evitar todos los que son inapropiados o contrarios a la fe católica, varios pueden evadirlos
Acá puedes saber más sobre mi.