Explicaciones fáciles para conocer la Iglesia Católica Apostólica Romana
En la lección anterior comencé a explicar las cuatro formas con las que se puede ayudar a Jesús.
La primera era ayudarlo con la oración, pero no como petición sino como compañía. Ahora llega el turno de hablar sobre la segunda forma con la cual el niño puede ayudar: evangelizando.
La evangelización es un modo importantísimo y muy especial de amar a Jesús, de ayudarle, porque Jesús se encarnó y vino a la tierra exactamente para eso, para evangelizar.
Por lo tanto, si nosotros, los que creemos en Él, no lo ayudamos evangelizando, entonces nunca se cumplirá de forma plena el objetivo de su Encarnación. Jesús no evangelizó solo, sino que pidió ayuda a sus amigos para que se convirtieran en Apóstoles, y de este modo poder trasmitir la palabra de Dios a todos, es decir, ser mensajeros de su palabra.
Si los Apóstoles tras la Ascensión de Jesús no hubieran iniciado el camino de evangelización, el catolicismo no sólo no estaría hoy en todos los continentes sino que ni siquiera existiría, porque nadie se hubiera enterado de la palabra de Jesús.
Hay que tener presente que evangelizar es amar a Jesús y amar a Jesús implica evangelizar.
Pero hay que admitir que no es una tarea sencilla, pues hay que tener mucho valor ya que la persona que quiere hacerlo siempre se va a encontrar con dificultades.
Lo primero que va a pensar un niño es que la evangelización es tarea para sacerdotes o para personas mayores, por eso hay que explicarle que esto no es así, no es verdad, ya que Jesús mandó a todos a que difundieran su palabra, sin diferencia de sexo, edad ni clase social.
Difundir las Palabra no sólo implica hablar, ya que también se lo puede hacer a través de los buenos actos y conducta.
El niño puede evangelizar a sus compañeros, amigos, e incluso a sus propios familiares con cosas tan sencillas como contándoles que bien se siente tener un amigo como Jesús, hablándoles de Él, invitándolos a rezar cuando hay un problema, contándoles lo que ha aprendido en catequesis, etcétera.
Es importantísimo que el niño aprenda a ser un apóstol ya desde pequeño, pues al incorporarlo a esa edad, hay muchísimas más posibilidades de que siga siendo un apóstol de Jesús por toda su vida.
Cuando se habla de ser misionero, se tiene la idea de que una persona debe viajar lejos o ir a lugares inhóspitos a hablar de Dios, pero esto no es tan así, ya que un niño puede cumplir con la misión de trasmitir la palabra de Dios donde él se mueve, es decir en el colegio, en su casa, con sus amigos y con sus familiares.
Ayudar a Jesús evangelizando para que su obra no quede estancada.
Proponerle al niño que por lo menos una vez por semana le hable de Jesús y de la Virgen María a alguien o le cuente cómo está mejorando su vida desde que los conoció.
Pero para esto hay que explicarle que es muy importante que no deje de hablar de Jesús a los demás, pero no de forma prepotente ni queriendo imponer, porque el otro se va sentir molesto, sino que simplemente contando su experiencia, o tal como dije antes, realizando buenos actos
Ayudar a Jesús defendiendo la Iglesia
Hoy es
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