Explicaciones fáciles para conocer la Iglesia Católica Apostólica Romana
La virtud es la buena costumbre de hacer el bien que se adquiere por la repetición de actos buenos.
La caridad es una de las tres virtudes sobrenaturales (las otras dos son la fe y la esperanza). Es la más excelente de las virtudes teologales.
Gracias a la caridad amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos y esto es posible porque lo hacemos por amor a Dios.
Es decir, si yo amo a Dios, ¿cómo no lo voy a honrar haciendo lo que a Él le gusta, como por ejemplo amar al otro aunque sea mi enemigo o alguien que ni siquiera conozco o tiene parentesco conmigo?
La caridad nos permite hacer obras de misericordia, las cuales son catorce, clasificadas en siete obras de misericordia corporales y siete obras de misericordia espirituales.
La mejor forma de hacer obras de misericordia con amor, es pensar que en cada una de las personas está Jesús, es decir, que la obra de misericordia se la estamos haciendo directamente a Jesús
Las siete obras de misericordia corporales surgen en su mayoría de la lista que hizo nuestro Señor en su descripción del juicio final.
1) Visitar a los enfermos
Visitarlos para darles ánimo y hacerles compañía. Aprovechar para llevarles algo que los pueda entretener mientras están en cama, como un buen libro, una revista, etcétera
2) Dar de comer al hambriento
Nunca dejar de darle a alguien que esté necesitado y con hambre algo para comer. Y mucho menos si nos lo están pidiendo.
3) Dar de beber al sediento
Igual ejemplo que el anterior
4) Dar posada al peregrino
Si bien un niño no puede decidir sobre quién puede vivir en la casa, se puede optar, por ejemplo, por prestar algunas de sus pertenencias al peregrino
5) Vestir al desnudo
Si alguien necesita abrigo o vestimenta, no dejarlo con esa necesidad. Siempre vamos a tener algo que se le puede dar, pero obviamente no algo roto o destrozado que ya esté para tirar a la basura. Esa persona necesitada merece tanto respeto como nosotros
6) Visitar a los presos
Si bien un niño no puede ir por sí solo a visitar a los presos, se puede optar por ir a visitar a algún compañero o amigo que esté castigado. Aunque no lo dejen verlo por la penitencia que le han impuesto, por lo menos al castigado le hará bien en su corazón saber que su amigo hizo el intento y se preocupó por él
7) Enterrar a los difuntos
Enseñarles a los niños la importancia de ésto ya desde pequeños. Pueden ir comprendiéndolo, por ejemplo, ayudando a enterrar a sus mascotas muertas
Las siete obras de misericordia espirituales son tomadas por la Iglesia de las enseñanzas que se encuentran en las Sagradas Escrituras como ser el consuelo, la corrección fraterna, el perdón, etcétera.
Las siete obras de misericordia espirituales son las siguientes: (éstas obras las pueden realizar fácilmente cualquier niño, por lo tanto no necesitan ningún ejemplo)
Realizar obras de misericordia obviamente es algo bueno no sólo para el que las recibe sino que también para el que las da, ya que el ejercicio de las mismas comunica gracias a aquel que las hace.
Tal como Jesús dice en el Evangelio de San Lucas:
"Dad y se os dará"
Esta semana, elige una de las siete obras de misericordia corporales y realiza una acción concreta que ayude a alguien en necesidad. Podrías, por ejemplo, compartir tu almuerzo con un compañero que no tiene, ayudar a un amigo que se sienta triste, o simplemente escuchar a alguien que necesite hablar. Recuerda que cada pequeña acción cuenta y puede hacer una gran diferencia en la vida de otra persona.
Historia eclesiástica, nociones básicas
Hoy es
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